Lo sabemos, esos seres que llevan una bata blanca no son nuestros amigos. Desde que éramos pequeños se nos grabó en la mente que ir al médico era un calvario por el que había que pasar de vez en cuando. O íbamos engañados o no íbamos, pero los tiempos cambian y, a veces, es necesario acudir al médico para evitar problemas.
Según los últimos estudios, los casos de inestabilidad emocional, depresión e intentos de suicido han crecido entre los hombres de forma alarmante. Quizás no te sientas tan desesperado pero tu organismo ya te estará lanzando señales para que las interpretes.
Por ejemplo, apenas tienes ganas de hacer nada que no sea trabajar, si es que tienes trabajo, y estar en casa. No te ríes desde hace días y tu familia lo nota. Tu actividad habitual, sobre todo el trabajo, se te hace muy cuesta arriba y no rindes como antes.
La capacidad de atención ha bajado, te sientes cansado, crees que no vales para nada, has perdido el apetito y se te ha pasado por la cabeza, como posible solución, suicidarte. Sí, ahora pensarás que tras leer todo esto no están tan mal, pero si al menos tienes 2 de estos síntomas sería positivo que empezaras a moverte.
La depresión no es como la gripe, que tiene unos síntomas y se puede solucionar, sino que al ser una enfermedad mental te va comiendo poco a poco. Ahora son 2 síntomas, en un mes serán 4 y así irá evolucionando. Ve al médico y pregúntale por las posibles soluciones. Lo sabemos, la situación económica, el paro o los problemas de pareja no te los va a solucionar el médico de cabecera, pero quizás pare el avance de la depresión. A la larga te lo agradecerás.
Fuente: http://www.blogellos.com/controla-tu-salud-mental/ (Net Doctor )