Las cifras de tentativas de suicidio en adolescentes son alarmantes desde la pandemia. En el periodo que va de 2018 a 2022 se han triplicado en las chicas (de 400 a 1200) y se han más que duplicado en los chicos (de 100 a 225). En Catalunya se registraron 1.425 anuales (unos cuatro diarios).
Por ello, el plan de prevención del suicidio en Catalunya 2021-2025 (Plapresc), diseñará talleres de gestión emocional para alumnos de 14 y 15 años que les ayuden a identificar síntomas de malestar y les encorajen a pedir ayuda.
“El objetivo es extender estos talleres a los 80.000 alumnos a partir del próximo curso y que ya formen parte del currículum porque eso ayudará a los jóvenes a conocer mejor los problemas de salud mental y pedir ayuda cuando la necesiten”, explicó ayer a este diario el coordinador de Plapresc, Diego Palao, uno de los investigadores principales del proyecto Codi Risc y director de Salud Mental del Hospital Universitario Parc Taulí de Sabadell que fue entrevistado en Via Lliure de RAC1 el domingo.
Los talleres, que aún se están perfilando, no están enfocados al suicidio sino a la identificación y gestión de las emociones lo que redunda en una reducción de las tentativas
El plan, según detalló Palao, no está enfocado al suicidio sino a la gestión de las emociones (la ansiedad, la frustración, la angustia, la depresión), la reducción de la estigmatización de los problemas de salud mental (que los compañeros no lo vean como un signo de debilidad sino como una alerta) y la consciencia de pedir la ayuda adecuada (acudir a adultos referentes y evitar redes sociales con mensajes negativos).
“Las experiencias internacionales, como la del Instituto Karolinska, indican que talleres de gestión emocional no enfocados al suicidio previenen de las tentativas, en algunos casos, con resultados muy buenos, de hasta el 50% de reducción en un año”. El instituto sueco Karolinska es uno de los principales centros universitarios del mundo en el campo de la medicina y la salud mental.
Además, quiere formarse a la población adolescente en temas de salud mental para evitar la estigmatización que aísla a los que sufren
El modelo que se está diseñando, para iniciar el próximo curso 2023-2024 en toda Catalunya, se concreta en 6 sesiones en tres meses y está modelizado a partir de dos programas pilotos que se están desarrollando en Barcelona, el de Sant Joan de Déu y el de centros de salud mental de la Esquerra de l’Eixample.
Se trata de talleres muy participativos en los que se identifican las emociones de malestar y se “alfabetiza” sobre salud mental. “Se trabaja para que los adolescentes sean más competentes en afrontar situaciones de frustración y aislamiento, eviten estar solos, desvinculados del entorno, fuera de grupos positivos y entren en redes sociales tóxicos”, indica el psiquiatra.
El programa será impartido por personal educativo, no necesariamente docentes, que será previamente formado para ello
Los talleres serán impartidos por personal educativo, no necesariamente docentes, previamente formado. “Resulta difícil detectar las señales de alarma por parte de los adultos, padres, profesores, y también de los compañeros que a veces lo ven como un signo de personalidad débil”, explica Palao.
También desmitifica la idea de que las tentativas de suicidio son llamadas de atención del menor cuando lo que indican es un riesgo de consumación del suicidio. “Una persona que pone en peligro su salud, su vida, está en una situación de desesperación extraordinaria, de un gran dolor emocional, y soledad”.
Este es un tema que se ha considerado prioritario por parte del Govern que en septiembre de 2021 puso en marcha el Plapresc, con el objetivo de reducir la incidencia y el impacto de las conductas suicidas de toda la población (ideación suicida, intentos y muertes por suicidio) para el año 2030 en un 15%, a través de un abordaje integral, multisectorial y de tipo comunitario. Tiene en cuenta la perspectiva de género y los grupos de población de mayor riesgo (entre los que se destacan, las personas supervivientes de tentativas, personas mayores, con patologías crónicas, discapacidad y/o dolor).
En las escuelas, el Departamento de educación valoró la salud mental de los alumnos mediante una encuesta y el pasado diciembre ya se distribuyó una guía docente, elaborada entre Salut y Educació, con instrucciones muy específicas, para tratar la conducta suicida y las autolesiones en las escuelas.
También se puso a disposición de profesores un teléfono de consulta específico.
Cabe recordar que cualquier persona puede ser atendida en el 061 y recibirá un trato personalizado en menos de 3 días si es menor de edad o de una semana si es adulto.
Fuente: Carina Farreras La Vanguardia