La esquizofrenia ha sido mal entendida y temida por la población general; sólo en años recientes el tema ha comenzado a estar presente en medios de comunicación y se han establecido GRUPOS DE FAMILIARES Y PACIENTES que son vitales en el TRATAMIENTO Y REHABILITACIÓN de esta enfermedad.
La esquizofrenia afecta de preferencia a sujetos jóvenes, con un curso habitualmente crónico y que produce diversas incapacidades psíquicas, familiares, sociales y laborales. Estas se traducen en un alto costo para el paciente, la familia y la sociedad.
EL IMPACTO EN LA FAMILIA
Cuando aparece un caso de esquizofrenia, al principio suele ser frecuente el fenómeno de “no dar crédito” a lo que pasa. A continuación se inician una serie de consultas para confirmar el diagnóstico y finalmente cuando se “acepta” (lo que no siempre ocurre) se genera un sentimiento colectivo de miedo, vergüenza y culpabilidad basado en falsas percepciones del problema que se derivan de una información insuficiente. Por lo imprevisible y oscuro de la enfermedad, el sentimiento predominante inicial es de angustia, que se pone de manifiesto con reproches mutuos entre los familiares, insomnio, disminución en la participación en acontecimientos sociales (fiestas, reuniones,..etc) y en general un deterioro en la vida normal.
Es en ese momento cuando la familia debe sobreponerse, informarse con realismo de todo aquello que significa esta enfermedad, sus tratamientos, medios de combatirla, grupos de autoayuda e incluso a veces se hace necesaria la terapia para encajar la situación. Lo más importante, desde el punto de vista de la familia, es en primer lugar reconocer los síntomas de la enfermedad al comienzo y posteriormente en las crisis, y saber cómo actuar en casos.
Fuente: http://www.rpp.com.pe/2013-04-18-la-esquizofrenia-y-la-familia-noticia_586564.html