Algo tan sencillo como dejar más espacio entre las preguntas de un examen o no juntar varias en un mismo enunciado puede marcar la diferencia entre suspender o aprobar. Entre el fracaso o el éxito escolar. Y lo saben bien las 2.000 familias valencianas asociadas a las distintas organizaciones que buscan dar visibilidad a un problema no siempre comprendido en la escuela: el llamado trastorno de déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH). De ahí que el paso que próximamente dará la Conselleria de Educación se vea como un verdadero logro. Por primera vez, los colegios e institutos contarán con un protocolo que ayudará a los docentes a detectar si un alumno puede sufrir un déficit de atención. «Es algo muy importante porque en la Comunidad Valenciana, a diferencia de otras, no había algo así, y estamos hablando de un colectivo muy amplio con un alto índice de fracaso escolar», explicó a este diario Teresa Saura, presidenta de las familias de APADAHCAS, en Castellón.

Es una de las asociaciones que se han reunido con la directora general de Innovación de la Conselleria, Beatriz Gascó, para la elaboración de este primer protocolo, y entre las que están también las de Alicante, Valencia, Vinaròs, Torrent, Gandia, Elda, Denia, Villena y Villajoyosa. «El TDA es hereditario en un 80% de los casos», señala Saura, pero hay que tener también en cuenta que «una detección a tiempo implica que se podrá intervenir también a tiempo y, cuanto antes se haga, menos frustración tendrá el niño», según Saura. Porque el problema es que no siempre es evidente que un escolar sufre este trastorno. Sí lo será si presenta hiperactividad: «Es más notorio por su nivel de impulsividad, conducta disruptiva… Suele ser un niño problemático». Pero, ¿qué pasa cuando esto no sucede? Si el TDA se presenta sin hiperactividad, «tarda más en diagnosticarse porque el alumno puede estar en clase callado, prestar atención y luego, en el examen, no saber hacerlo», señala Saura. Docentes no son culpables Las familias comprenden que los profesores «no son los culpables, pero es imprescindible su formación».

 

 

Lo que reclaman los padres con hijos afectados de TDA no es una adaptación curricular o metodológica, sino «una adaptación en la forma de acceso al currículo», es decir, otra forma de presentar un examen, por ejemplo. Según la Conselleria, el borrador del protocolo estará preparado en los próximos meses, «con el fin de poder ser consensuado con personal médico». De lo que se trata es de establecer «cómo identificar, detectar y valorar psicopedagógicamente el déficit de atención que presenta el alumno, de modo que se pueda conocer cuáles son sus necesidades educativas y elaborar las estrategias para dar respuesta a estas necesidades». Así, el protocolo se basará en una tabla estandarizada que recoge distintas situaciones que, de repetirse con frecuencia, pueden llevar al profesor a sospechar que se encuentra ante un alumno con TDA. Para diagnosticar la inatención, por ejemplo, se exige la presencia de varios síntomas, entre los que está la dificultad para mantener la atención en las tareas, no escuchar al interlocutor cuando habla, no ser capaz de organizar actividades… Señales de hiperactividad son juguetear con manos o pies, levantarse cuando hay que permanecer sentado o hablar excesivamente.

Fuente:http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2014/12/01/547c3129e2704e45618b456e.html?cid=SMBOSO25301&s_kw=facebook

Por afmmebre

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