Primera noche con la ordenaza que prohibe al botellón.Según los últimos datos facilitados por la Sociedad Española de Patología Dual, un alto número de pacientes con trastornos mentales (se estima que entre el 50 y el 60% de los casos) es vulnerable de desarrollar una adicción a tóxicos (cocaína, alcohol, cannabis, anfetaminas…) ya que muchas de estas personas se inician en el consumo de drogas, para aliviar, mejorar o regular sus síntomas. También puede ocurrir todo lo contrario, personas sin trastorno mental previo que, debido al consumo de sustancias y a su vulnerabilidad individual, desarrollan una psicopatología. De ahí la importancia de hacer frente a esta enfermedad, que va más allá de la suma de estos dos trastornos, por lo que requiere un abordaje muy concreto.
Conscientes de esta situación y ante la falta de un servicio de atención específica a la Patología Dual en Aragón, la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (Asapme) ha puesto en marcha este programa, cuya atención corre a cargo de un equipo de trabajo multiprofesional, de más de media docena de personas, que se encargan de intervenir en estos casos. «Además, trabajamos con otros recursos de atención a la salud mental y a la drogodependencia, sin descuidar en ningún momento el tratamiento farmacológico de los pacientes», apunta Carmen Pardos, médico y psicóloga responsable del programa.
Uno de los aspectos en los que coinciden todos los profesionales es que «en la mayoría de los casos, el inicio de consumo de drogas está motivado por factores sociales, pero la adicción o el abuso es un trastorno motivado por factores biológicos y genéticos, de ahí la predisposición de determinadas personas», aclara Eva Benavente, psicología clínica del centro, quien señala, además, que «cuando ambos casos coexisten la situación se complica y la evolución es más negativa».
Por este motivo, desde este nuevo servicio apuestan por el abordaje integral, adaptándose a las necesidades de cada persona y con un enfoque motivacional. Además, intervienen no solo en la modalidad individual, sino también grupal, tanto para los pacientes como para sus familiares. «La permanencia en el grupo implica más esfuerzo y resulta más beneficioso, ya que el grupo crea una presión más positiva y unos vínculos de unión que promueven más cambios», señala Beatriz Jurado, psicoterapeuta de Asapme.
Grupos de familia
En muchos casos, el papel de la familia es fundamental, ya que el principal problema de los pacientes es reconocer que tienen el problema, de ahí que sean sus parientes quienes tomen la iniciativa. Por este motivo, Asapme ha puesto marcha un grupo para familiares que se reunirán en una terapia una vez al mes, mientras que los pacientes lo harán semanalmente.
Para que el enfermo pueda participar en el grupo, un equipo de profesionales valorará su estado y se hará un control de tóxicos para comprobar que «están abstinentes de sustancias, ya que en caso contrario la terapia no serviría de nada», matiza Benavente. Además, si se produjera una recaída, volvería a las terapias individuales, ya que el seguimiento es continuado.
Otra de las ventajas de este proyecto es que se integra dentro de los servicios de Asapme lo que favorece que los usuarios puedan beneficiarse de otros apoyos de la entidad, como los programas de formación, empleo u ocio. «El hecho de que puedan disfrutar de su tiempo libre fuera de situaciones de riesgo y apoyados por profesionales es muy beneficioso para este tipo de personas», matiza Ana López, gerente de Asapme.
Jóvenes, drogas y salud mental
Uno de los estudios más preocupantes de cuantos ha elaborado la Sociedad Española de Patología Dual hace relación al hecho de que en siete de cada diez casos de adolescentes en los que se verifica un diagnóstico de trastorno por uso de sustancias, se encuentra la presencia de otra patología mental asociada, esto es, patología dual.
Por este motivo, los profesionales del sector, insisten en la necesidad de abordar este problema con terapias adaptadas a cada caso y con dispositivos que faciliten la ruptura de prejuicios y creencias acerca de las personas dependientes de sustancias. En este sentido, afirman que no se puede hablar de un perfil determinado de pacientes con patología dual, aunque si es cierto que en los últimos años se ha detectado un aumento significativo de casos entre el colectivo más joven, debido, sobre todo, a la edad de inicio en la que empiezan a consumir y el tipo de drogas con las que lo hacen.
Fuente: http://blogs.heraldo.es/sinbarreras/2015/01/23/patologia-dual-mucho-mas-que-la-suma-de-drogas-y-enfermedad-mental/