La tricotilomanía es un trastorno del control de los impulsos que consiste en arrancarse el cabello sin tener por ello ningún tipo de enfermedad médica. Aunque la parte más afectada es la cabeza, no tiene que ser solo ella, sino que puede abarcar diferentes partes del cuerpo, desde las cejas, pestañas, axilas, hasta el pubis. En la cabeza las zonas más afectadas suelen ser las zonas frontales y parietales combinadas. Se trata de un padecimiento comúnmente crónico y difícil de tratar y suele presentarse en niños aunque la edad habitual en la que se sufre es entre los 9 y los 13 años. Las causas sueles estar relacionadas con la depresión o el estrés y lo sufre casi un 4% de la población en diferentes grados de gravedad.

Al ser un problema eminentemente psicológico, el tratamiento de la tricotilomanía también se basa en este aspecto, aunque se puede acompañar de farmacología, sobre todo en los primeros momentos, para ayudar al paciente a controlar los impulsos. A pesar de los avances conseguidos, aún no existe un tratamiento único para esta enfermedad que sea eficaz por sí mismo, sino que su abordaje requiere una combinación de intervenciones que permitan garantizar un mejor pronóstico.

 

 

Las terapias más importantes que se emplean son:

•Terapia cognitivo-conductual: se entrena al paciente para que identifique los momentos en los que se produce la acción de arrancar, y establecer comportamientos contradictorios que impidan la ejecución de la manía.

•Hipnosis clínica: la hipnosis proporciona una serie de instrucciones que la persona asume de manera no consciente, de manera que cuando se den unas circunstancias específicas ésta recordará dichas instrucciones y las llevará a cabo, tanto si consisten en dejar quietas las manos, o en ocuparlas con otras actividades.

•Psicoterapia: se exploran las bases que sustentan este comportamiento anómalo, tratando de formar a la persona en aquellas habilidades sociales o de autoconocimiento que le permitan superar la enfermedad, ya que algunas teorías apuntan que su origen está en un déficit de habilidades para enfrentarse al mundo. La terapia será diferente según se trate de una falta de control de los impulsos, o de elevados niveles de ansiedad mal manejados.

•Farmacoterapia: debido al trastorno psíquico con el que normalmente aparece se suelen emplear medicamentos para reducir los niveles tensionales asociados a la acción de arrancarse los pelos, así como para incrementar el control de la conducta.

La intervención terapéutica sobre la tricotilomanía depende del tratamiento que ha de seguir la persona con respecto al trastorno principal al que suele ir asociada esta enfermedad, ya sea el trastorno por depresión mayor, el trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno límite de personalidad, o la esquizofrenia, lo que retrasa el tratamiento de la tricotilomanía y su recuperación.

Fuente: http://www.adamedtv.com/trastornos-mentales/que-es-la-tricotilomania-y-como-tratarla/

Por afmmebre

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