Aunque la atención internacional está aumentando para los temas de salud mental, falta mucho por hacer, ya que ningún país es inmune a los trastornos mentales y sus repercusiones en términos psicológicos, sociales y económicos son muy altos. A nivel mundial, 400 millones de personas sufren trastornos mentales o neurológicos, o problemas psicosociales como aquellos relacionados con el abuso del alcohol y de drogas. De cada cuatro personas que pasa a los servicios de salud en busca de ayuda, al menos uno es dificultado por estos trastornos que son a menudo no diagnosticado correctamente y por lo tanto no tratado”. – Organización Panamericana de la Salud |
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“En Chile no hay conciencia de la salud mental”
“En nuestro país la gente no tiene conciencia de que estar enfermo de la cabeza es un problema grave, creo que las autoridades de salud deben asumir este problema como un asunto de salud pública y creo que la celebración del Día Mundial de la Salud, 7 de abril, debe ser una buena instancia para ello”, dijo el psiquiatra Otto Dorr, director del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Según el facultativo, quien ejerce privadamente y es miembro de la Sociedad Chilena de Siquiatría, “en Chile no hay conciencia de la salud mental”. Esta afirmación se relaciona directamente con la situación actual del país, en el que las cifras señalan que, de acuerdo con cálculos de la Sociedad Chilena de Siquiatría en el año 2000, el 58 por ciento de la población sufre de depresión y que, de este porcentaje, el 86 por ciento pertenecen a individuos menores de 30 años. Dorr aclara que: “es fundamental entender en nuestro país las conductas depresivas ligadas al consumo del alcohol y las drogas, ya que se ha descubierto que en investigaciones de la Sociedad de Alcohólicos Anónimos (SAA) y en la Corporación Nacional contra el Consumo de Estupefacientes (CONACE), más del 50 por ciento de aquellos que acuden a rehabilitación poseen un porcentaje elevadísimo de manifestaciones de cuadros depresivos”. Bibliomed: ¿Cuál cree usted que puede ser la principal causa de esta incidencia de la depresión? OD: Sin duda, la necesidad de ser un individuo exitoso que no encuentra bases para serlo en el medio en que vive. Lo que falta es una mayor motivación de la gente por crecer de otras maneras, es decir, no solamente a través del estatus económico, sino también mediante el conocimiento y la aceptación del lado positivo de nuestra personalidad. Bibliomed: ¿Qué otros fenómenos de la salud mental deben ser atacados por el gobierno, a su juicio? OD: Creo que más que otros fenómenos, me llama la atención que el Ejecutivo no haya hecho hincapié en el tratamiento psiquiátrico de los escolares, ya que son ellos -los que tienen entre 9 y 17 años- los que necesitan del apoyo de los padres para evitar la tasa de suicidio adolescente, la que alcanza tasas superiores al 10 por ciento, especialmente en la época de primavera. También se debería implementar una política de salud mental dirigida a los mayores de 60 años, que poseen una incidencia de un 35 por ciento más de contraer Alzheimer y más de un 50 por ciento de ellos sufre de demencia senil. Bibliomed: De acuerdo con la OMS, en el mundo hay 400 millones de individuos afectados por trastornos mentales. ¿Cree usted que esta cifra es mayor en Latinoamérica con respecto al resto de los continentes? OD: Creo que nuestro continente es tan propenso a los trastornos mentales como los otros, el problema está en que en Europa o Estados Unidos, existen políticas más eficaces para los tratamientos y los controles psiquiátricos. Además, la gente necesita a los psiquiatras y tiene conciencia de ello, acá todavía se piensa que si vas al sicólogo es porque estás loco o eres antisocial. Bibliomed: ¿Cuál es su visión con respecto a los efectos discriminatorios de las enfermedades psicológicas o trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia o la epilepsia? OD: Una de las cosas que me llama la atención, es el excelente porcentaje de rehabilitación de los esquizofrénicos que son tratados a tiempo y que vuelven a su lugar en la sociedad. De hecho, el otro día, estuve en una reunión en el Instituto Psiquiátrico José Horwitz Barak, dependiente de la Universidad de Chile, en el que los parámetros evaluativos indicaban la reinserción laboral del 10 por ciento de los pacientes fichados. Eso ya es un avance, porque implica que cerca de 35 esquizofrénicos están trabajando. Obviamente las discriminaciones continúan, pero vamos mejor. Bibliomed: ¿Cuál cree usted que es el peor aspecto de los trastornos mentales? OD: Que no dejan desarrollarse al individuo como corresponde, que lo cierran ante el mundo y su cerebro deteriora el hemisferio ligado a las relaciones interpersonales y lo más grave de todo, es que no ofrece ningún factor aleatorio a la hora de definir la enfermedad. No importa la edad, el sexo ni el gen que tengan y en este sentido estoy en perfecta concordancia con las políticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS). |
Fuente: www.buenasalud.com