Los adolescentes que han sido diagnosticados con esquizofrenia y otras psicosis similares muestran una mayor reducción en el volumen de materia gris que los adolescentes sanos, revela un estudio en España.
La investigación también encontró que estos pacientes muestran un aumento en el líquido cefalorraquídeo que no se ve en los individuos sanos.
El hallazgo, dicen los investigadores en Archives of General Psychiatry (Archivos de Psiquiatría General), podría ayudar a mejorar el diagnóstico de esta enfermedad.
En el estudio, llevado a cabo por investigadores del Hospital General Universitario Gregorio Marañón en Madrid, participaron 110 pacientes diagnosticados con esquizofrenia, trastorno bipolar u otras psicosis y 98 individuos sanos.
La edad promedio de los participantes era de 15,5 años.
Los científicos querían analizar cómo era la progresión de los cambios ocurridos en el cerebro tras el primer episodio psicótico y el diagnóstico de la enfermedad.
Tal como explica el doctor Celso Arango, quien dirigió el estudio, “se ha informado de cambios en la materia gris del cerebro en el primer episodio de esquizofrenia en la niñez”.
“Sin embargo, no es claro si estos cambios ocurren en todos los pacientes pediátricos con diferentes psicosis” agrega.
Para investigarlo llevaron a cabo escáneres de imágenes de resonancia magnética (MRI) en el cerebro de los participantes en el inicio del estudio y dos años después.
Cambios progresivos
“Comparados con los pacientes sanos, aquéllos diagnosticados con esquizofrenia mostraron una mayor pérdida en el volumen de materia gris en el lóbulo frontal cerebral durante el seguimiento de dos años” explican los autores.
“Además, los cambios en el total de la materia gris cerebral y la materia gris en el lóbulo parietal izquierdo eran significativamente diferentes en los pacientes con esquizofrenia que en los pacientes del grupo de control”, agregan.
Y los investigadores no observaron estos cambios en los pacientes con trastorno bipolar.
“Encontramos una progresión en la pérdida del volumen de materia gris después de un seguimiento de dos años en los pacientes que fueron eventualmente diagnosticados con esquizofrenia, pero no en aquellos con trastorno bipolar”, dicen los científicos.
El estudio, sin embargo, no determinó si estos cambios cerebrales son resultado de la esquizofrenia o si la esquizofrenia la que produce estos cambios.
Pero según los investigadores, algunos de los procesos que ocurren en el cerebro tras el primer episodio de esquizofrenia muchas veces parecen conducir a diagnósticos incorrectos.
“Para desarrollar estrategias terapéuticas que contrarresten estos cambios cerebrales patológicos progresivos, los estudios futuros deben enfocarse en sus raíces neurobiológicas” afirman los investigadores.
La esquizofrenia aparece por lo general en la adolescencia y primeros años de la adultez.
Aunque se desconocen las causas que desencadenan un evento psicótico, se cree que una combinación de factores genéticos, ambientales, biológicos y psicológicos contribuyen a la aparición de la enfermedad.