Aquesta entrevista va apareixer el dia 10 de Desembre del 2008 al Diari de Sabadell, com està feta en castella mantindrem el format original de l’entrevista.

El doctor en biología y neurociencia ganador del III Premio Banc Sabadell a la Investigación Biomédica, el investigador madrileño afincado en Alicante que dirige el Instituto de Neurociencias de la Universidad Miguel Hernández y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, Oscar Marín Parra, 37, estará esta tarde, a las 6, en el Casal Pere Quart, invitado por Salut Mental Sabadell

—Banc Sabadell le ha premiado por sus investigaciones sobre la formación de la corteza cerebral. Usted lee en ella la esquizofrenia y el autismo. Pero esas marcas son causa o efecto?
—Buena pregunta.
—Vaya, ¿eso significa que no hay respuesta clara?
—La verdad es que aún no sabemos el origen de la enfermedad.
—Lo que sí se sabe es que es genético. ¿También hereditario?
—Sí. La probabilidad de que un gemelo tenga esquizofrenia si su hermano la tiene, es muy alta.
—¿Está entonces justificada la culpabilidad de algunos padres?
—En absoluto. Muchos padres me preguntan qué han hecho ellos mal.
—¿Qué les responde?
—Que nada en absoluto. Está claro que el ambiente puede tener alguna incidencia en el desarrollo de la enfermedad. Pero en ningún caso la educación de los padres. Afecta más el consumo de canabis.
—¿Cuántos porros hay que fumar para acabar esquizofrénico?
—No, no. Eso no va así. Se puede consumir canabis y no sufrir la enfermedad. Pero, en algunos casos, es justamente el canabis lo que unido a un trastorno genético y otras circunstancias desarrolla esquizofrenia.
—¿Tendrá cura algún día?
—Pienso que sí. Yo soy bastante optimista porque cada día somos más los que pensamos que la esquizofrenia se encuentra en el cerebro y que no es muy diferente de una cardiomiopatía.
—¿Qué quiere decir?
—Que en cuanto localicemos el orígen cerebral de la enfermedad podremos diseñar tratamientos.
—¿Farmacológicos?
—A corto plazo sí. Cada variedad requerirá un tratamiento especial. La psicosis, por ejemplo, es lo que mejor podemos tratar.
—¿Para qué nos sirve al nacer ese hueso todavía abierto que es la fontanela?
—No tiene ninguna finalidad. Hay animales que nacen más desarrollados que el hombre y otros menos. Simplemente es un hueso que se va calcificando en vida.
—¿Es cierto que a partir de los 3 años el niño ya está hecho y no aprende nada relevante?
—Yo soy bastante determinista en ese sentido. No quisiera parecer muy radical pero, efectivamente, a mí mismo, por mucho que me hubieran llevado al Camp Nou o al Bernabéu, nunca hubiera sido un buen futbolista.
—¿Tan mal le da al balón?
—No tan mal, pero tampoco tan bien. Y no hay nada que hacer. El componente genético es muy importante.
—O sea que los padres tenemos poco que enseñar a nuestros hijos.
—Muchas veces la educación es una ilusión. Podemos enseñar valores, pero en inteligencia y habilidades hay poco que hacer. Un niño pequeño puede aprender cuatro idiomas a la vez. Un adulto no.
—A su hijo de 3 años lo tendrá martirizado a experimentos.
—Pues la verdad es que al pobre Gabriel sí le ha tocado una buena dosis de observación. Es fascinante ver su aprendizaje en directo.
—¿En qué le ha sorprendido el pequeño Gabriel?
—En que su maduración no es gradual, sino que avanza de un día al otro. De la noche a la mañana ya anda. Otro día se pone a hablar por las buenas. Va dramáticamente rápido.
—¿Si siguiéramos aprendiendo a ese ritmo seríamos todos unos genios?
—Claro. Eso es precisamente lo que distingue a los genios.
—¿El pensamiento cura?
—Sí.
—¿Deshace un tumor?
—Aún no sabemos en qué medida somos capaces de influir en nuestro sistema inmune. Pero que el efecto placebo existe y es enorme, está clarísmo.
—¿Puede haber conciencia fuera del cuerpo?
—No. La conciencia está físicamente situada en el cerebro. No es mas que una propiedad de nuestro cerebro. No hay más misterio.
—¿Debe preocuparme que recuerde mejor mi primera comunión que lo que cené ayer?
—Eso pasa porque el saber sí ocupa lugar y los recuerdos antiguos son más difíciles de borrar del disco duro.
—Ya salió la analogía informática ¿El ordenador está diseñado a imagen y semejanza de nuestro sistema neuronal?
—Nuestras neuronas funcionan en buena medida en base a ceros y unos. Pero el ordenador no se construye a sí mismo y nuestro cerebro sí.
1 a 0… por ahora.

 

Por afmmebre

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