Son enfermedades silenciosas. Un gran número de casos relacionados con trastornos de la personalidad no se identifican debido a que en muchas ocasiones se confunden con problemas sociales. Sin embargo, se estima que alrededor del 14% de la población sufre alguna de estas alteraciones. Muchas no se diagnostican, sólo los casos más graves. Para dar a conocer este tipo de afecciones, el psiquiatra extremeño José Luis Carrasco Perera imparte una conferencia hoy a las 17 horas en el Casino de Badajoz (Calle Ramón Albarrán).

En la charla, organizada por la Asociación Española de Familiares de Afectados con Trastornos de Personalidad, el Catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid explicará qué son estos trastornos, cuáles son las dificultades para su identificación y cómo se están tratando actualmente. Esta actividad se enmarca dentro de la campaña de sensibilización de la sociedad que está llevando a cabo la citada organización.

-¿Qué son los trastornos de la personalidad?

-Son enfermedades relativamente nuevas en el ámbito de la clasificación psiquiátrica, no porque antes no existieran sino porque no estaban consideradas enfermedades mentales. Al no ser diagnosticadas, en muchos casos los afectados acababan sumergidos en el mundo de la droga, en la cárcel, en la marginalidad o con el suicidio.

-Los síntomas más aparentes suelen ser las conductas impulsivas que en muchos casos pueden ser agresivas, reacciones de ira, conductas de autolesión, consumo de alcohol o drogas. Todo ello suele ir acompañado de una cierta desadaptación social lo que conlleva frecuentemente al fracaso académico, pérdida de amigos, inestabilidad emocional y laboral. La base del trastorno de la personalidad es que molesta a los demás. Acaban agotando a las personas que rodean al afectado. Por estos motivos, es un trastorno que está teniendo dificultades para que se reconozca socialmente.

-¿Qué genera estas conductas?

-Una mala evolución de la personalidad. No se van desarrollando aspectos claves del afecto, las relaciones, la adaptación o del vínculo con los demás. La base del trastorno lo generan los problemas de identidad. El afectado no desarrolla bien la autoimagen.

-¿Qué tratamiento requieren los enfermos?

-Necesitan mucha terapia para el desarrollo de la identidad y psicoanalíticas a través de las que puedan aprender el manejo de sus conductas. Hay que disponer del personal y los recursos adecuados tanto para llevar a cabo el diagnóstico como el tratamiento. Así, son imprescindibles los hospitales de día y centros residenciales en los que se atiendan a estas personas. También hay medicamentos que ayudan a que mejoren. Para ello se necesita inversión. Sale más caro no tratarlos, ya que muchos casos terminan en suicidio o en la cárcel.

-¿Cuándo se manifiestan estos problemas y qué los origina?

-Suelen aparecer en la juventud, entre los 16 y 30 años. La base del trastorno tiene un componente genético, hay quien nace con cierta predisposición a sufrir estas afecciones. También influyen los acontecimientos que pueden ocurrir durante la infancia de una persona, como los abusos físicos o el consumo de drogas en la adolescencia. A diferencia de otros trastornos como la esquizofrenia, las personas que padecen trastornos de la personalidad no deliran ni pierden el juicio, pero sufren gran inestabilidad emocional y falta de autocontrol. Si no se diagnostican a tiempo y se tratan, muchos de estos casos derivan al fracaso, a la marginalidad o a la delincuencia. Algunos de los famosos y personajes que aparecen en los programas televisivos sufren estas patologías. Muchos van encontrando su nicho, pero lo pierden. Luego aparecen suicidados en una bañera o consumidos por las drogas.

Fuente: www.hoy.es  31.01.13 – Tania Agúndez (Badajoz)