Paco Cerdà ¿La esquizofrenia sigue lastrada por el tabú social?
Quizá la esquizofrenia es una de las enfermedades mentales que sufren mayor discriminación a nivel social y, lo que es peor, en el propio paciente. Los estereotipos y las ideas irracionales que hay sobre la enfermedad las tiene muchas veces incluso el propio paciente.
Es duro que él mismo se avergüence de su enfermedad.
Resulta muy frecuente que el paciente, cuando habla de su enfermedad, utilice otros vocablos como «depresión» o «trastorno de personalidad» para esconderlo. Eso ocurre porque intentan adecuarse al marco social, y la depresión o la ansiedad son enfermedades mentales más aceptadas socialmente.
¿La palabra «loco» sigue siendo una losa pesada?
Cada vez menos, por fortuna, pero en algunas comunidades y grupos se sigue considerando la esquizofrenia como locura, lo cual no es verdad. La esquizofrenia es una enfermedad como otra cualquiera, pero conlleva una carga social, familiar y económica muy pesada. Desde ese punto de vista, es una de las enfermedades mentales más graves. Pero no deja de ser una patología.
Y no locura, como dice el tópico.
¡No! «Locura» es un término que se utilizaba en la Edad Media y posteriormente para englobar cualquier patología que estuviera fuera de las normas sociales y cayera en el comportamiento bizarro. Después, muchos Estados totalitarios en las sociedades modernas esgrimieron la acusación de locura para acallar la disidencia del sistema. Pero hablar de locura para referirse a la esquizofrenia, aparte de ser erróneo, contribuye a estigmatizar a los enfermos y apartarlos más de la realidad social. Y eso es justo lo contrario de lo que hay que hacer. Por ejemplo: el trabajo es muy importante para ellos. Es una medida de salud que posibilita tener una vida ordenada al comportar una serie de obligaciones diarias.
¿Hay rasgos esquizofrénicos en personas que no son conscientes de su enfermedad?
La enfermedad en sí conlleva la negación de los síntomas. Los propios pacientes, cuando sufren un delirio o tienen la sensación de que alguien les está persiguiendo, no tienen consciencia de la enfermedad y creen que esos pensamientos y sensaciones son reales. Porque la esquizofrenia es exactamente eso: la ausencia de consciencia de enfermedad. Cuando una persona sufre depresión, es consciente y busca ayuda. Pero el paciente de esquizofrenia que padece un delirio y se siente perseguido cree que es verdad.
¿Cómo vive una persona con esquizofrenia?
Es difícil de comprender. Todo el mundo ha tenido en su vida algún síntoma de depresión o de ansiedad. En cambio, es muy difícil comprender el sufrimiento, la angustia psicótica del paciente. Lo vive como una angustia de desaparición; como si notara que toda su persona va desapareciendo. Eso hace que invada todas las esferas personales: pareja, familia, amigos, trabajo… Actualmente afecta a unas 400.000 personas en España, según los cálculos de la Organización Mundial de la Salud. Es el 1 % de la población y cada año se diagnostican entre 20 y 30 casos nuevos por cada 100.000 habitantes.
¿Y qué clase de síntomas experimentan?
Son muy variados. Una situación común es la sensación de estar vigilado o controlado. Eso provoca que se aíslen. Otro síntoma es sufrir la sensación de control mental o de estar en contacto con entidades. Son delirios extraños y raros, como el llamado «delirio nihilista», que les hace notar como si su persona misma fuera desapareciendo.
¿Qué es lo más dramático que usted ha presenciado en relación con esta enfermedad?
Una de las cosas que más me preocupa de la esquizofrenia es que los pacientes no solo tienen mala calidad de vida, sino que además viven mucho menos que el resto de la población. Lo más dramático es que el paciente esquizofrénico es muy discriminado. Y eso lo viven, porque están enfermas, pero se dan cuenta de lo que ocurre a su alrededor. Y sienten el rechazo y el miedo de las otras personas.
Cuando dice que viven menos es que la tasa de suicidio es elevada.
Sí: entre nueve y diez veces mayor que la media.
Por eso es tan importante que la sociedad los acoja.
Exactamente. Es importante que tengan un nido que los permita desarrollarse. Porque son personas de bien. Con su medicación y tratamiento pueden trabajar sin problemas.
Fuente:http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2014/03/10/enfermo-esquizofrenia-esconderlo-nota-miedo/1088327.html