El trastorno bipolar es un tipo de enfermedad grave que se da en personas que pasan por estados de ánimo muy intensos y extremos. Hay días en los que se sienten excesivamente eufóricos y con mucha energía, y otros, extremadamente tristes y deprimidos. Estos estados de ánimo les pueden durar una semana o más, y les resulta muy difícil dormir, concentrarse o ir a trabajar debido a estos cambios de ánimo.

Las personas que padecen un trastorno bipolar experimentan cambios de ánimo muy extremos. En ocasiones, se sienten excesivamente felices, animados y mucho más activos que de costumbre. Esto se llama manía. Y otras veces se sienten supertristes y deprimidos, y están totalmente inactivos. Esto se llama depresión.

Se ha puesto de moda hablar del trastorno bipolar de modo muy superficial. Desde la Psicología Clínica sabemos que el trastorno bipolar no es lo mismo que los altibajos que podemos experimentar todas las personas. Tener cambios de humor no indica necesariamente que uno padezca un trastorno bipolar. En ocasiones podemos pensar a toda velocidad y muchas veces de manera automatizada. Por ello, nuestras emociones pueden cambiar enormemente. La regulación emocional es una habilidad que aprendemos y que podemos entrenar. No tener dicha destreza no quiere decir que padezcamos un trastorno bipolar.

En la consulta del psicólogo, los síntomas que observamos en una persona que sufre trastorno bipolar son mucho más potentes. Una manera de saber que se trata de un trastorno y no un altibajo normal es cuando se dañan tus relaciones con las personas de tu entorno y resulta difícil conservar tu actividad de la vida diaria (empleo, estudios, relaciones familiares…). Algunas personas que sufren del trastorno bipolar pueden intentar hacerse daño o incluso suicidarse.

Los cambios de estado de ánimo en personas que padecen un trastorno bipolar se denominan “episodios”. Pueden llegar a tener episodios maníacos, depresivos, o “mixtos”. Un episodio mixto es cuando los síntomas tanto maníacos como depresivos aparecen alternativamente. Estos episodios pueden durar una semana o dos y a veces más. Durante el episodio, los síntomas aparecen todos los días durante la mayor parte del día.

 

 

Los episodios son muy intensos. Las emociones que se sienten son fuertes y aparecen junto con comportamientos extremos tanto de lado depresivo como maníaco.

Cuando se padece un episodio maníaco pueden:

•Sentirse extremadamente “alegres” o “animados”.

•Sentirse excesivamente “nerviosos” o “alterados/ansiosos”.

•Hablar de manera muy rápida de muchas cosas distintas, saltando de un tema a otro.

•Estar muy inquietos, irritados, o “sensibles”, lo que propicia que tengan problemas para relajarse o dormir.

•Sentir que pueden hacer muchas tareas a la vez y estar mucho más activos de lo que están normalmente.

•Pueden llegar a hacer cosas muy arriesgadas, como por ejemplo, gastar mucho dinero o tener sexo sin precaución alguna.

Por el contrario, cuando padecen un episodio depresivo pueden:

•Sentirse muy “deprimidos” o tristes.

•Sentirse preocupados y vacíos.

•Tener mucha dificultad para concentrarse.

•No recordar las cosas.

•No tener interés en realizar actividades divertidas.

•Tender hacia la inactividad.

•Sentirse muy cansados, como si no tuvieran energía.

•Dificultades para dormir.

•Pensar con frecuencia en la propia muerte o el suicidio.

 

En esta imagen podéis ver a grandes rasgos los síntomas y variantes del trastorno bipolar:

Fuente: http://www.huffingtonpost.es/miguel-angel-rizaldos/el-trastorno-bipolar-no_b_7099474.html?utm_hp_ref=tw

Por afmmebre

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