Las personas que no conocen el trastorno bipolar y conviven diariamente en pareja con estos pacientes andan muy desconcertados. Es como vivir al lado de una persona con los biorritmos siempre alterados, es decir, que un dia se levanta con una gran euforia y humor y al dia siguiente empieza el dia con una honda tristeza e irritabilidad.
El trastorno bipolar conlleva temporadas con cambios importantes en su estado de ánimo, con largos períodos de euforia, de hiperactividad, con ganas de hacer muchas cosas, siendo muy impulsivos, sin tiempos de reflexión y haciendo cosas impensables como comprar cosas que no necesitan, comprar grandes cantidades de productos de lujo o vehículos, casas, motos o barcos como quien compra en un supermercado, pese a que muchas veces ni disponen del dinero para comprar esos productos. Durante estos períodos de euforia, existe una alta irritabilidad que hace que sus familiares y amigos salgan mal parados si se interponen en su vida.
Las fases de euforia o manía, en determinados momentos comportarán períodos de tristeza, de decaimiento personal, con gran carga de pesimismo, y estos períodos se repiten cada dos o tres semanas. Pasa de la euforia a la depresión en poco tiempo, y entonces le asalta un sentimiento de culpabilidad, lamenta muchos de los actos que ha hecho en la fase eufórica y muchas veces tiene que hacer frente a pagos por las compras hechas en ese período.
Actualmente se diagnostican más casos de trastornos bipolares, que no tienen cura, pero que sí pueden ser tratados y controlados para evitar las recaídas, y hay un arsenal terapéutico a disposición de los psiquiatras para poner la medicación adecuada a cada paciente, junto a unas normas de conducta para no disparar esta enfermedad, como evitar el alcohol y las drogas, mantener un horario de sueño prolongado y estable junto a una vida ordenada en general.
Hay un estudio científico que ha resuelto que un hay gen ligado a la esquizofrenia y al trastorno bipolar, que pueden tener un origen muy parejo, y para diferenciarlos se ha realizado un estudio genético para ver la predisposición a cada una de estas enfermedades. Los sujetos predispuestos genéticamente a sufrir esquizofrenia tenían alteraciones de la conectividad relacionados con zonas del cerebro como el cortex prefrontal y el hipocampo, mientras que las personas con predisposición genética al trastorno bipolar tenían la conectividad alterada en la zona de la amígdala, que es la zona del cerebro límbico, que se encarga de regular el estado de ánimo.
Los pacientes con trastorno bipolar toleran mejor o peor la medicación que han de tomar, así el tratamiento con carbonato de litio funciona en unos casos y no en otros, por lo que se ha iniciado un estudio para determinar factores genéticos que ayuden a comprender que alteración genética pueda favorecer la tolerancia al carbonato de litio o bien al contrario, los que no responden ante este tratamiento.
La persona tratada puede hacer vida absolutamente normal, en la mayoría de casos, y para ello es importante el cumplimiento del tratamiento, ya que un 40% de los enfermos abandonan el tratamiento en un período de euforia.
Fuente: www.vivirmejor.es