¿Alguna vez ha pensado que uno de sus compañeros no trabaja?, ¿que se pasa las horas muertas en el puesto de trabajo? Puede ser que sea un vago, pero puede ser algo más preocupante: puede estar sufriendo el síndrome de ‘boreout’. Y es que tan malo es el estrés por el exceso de trabajo como por el contrario. Pasar ocho horas diarias en un empleo en el que no hay nada que hacer puede resultar de lo más frustrante e incluso depresivo.
El concepto ‘boreout’ define a aquellos trabajadores agobiados porque no tienen tareas que hacer en el trabajo. Se podría traducir por algo como ‘más allá del aburrimiento’. Tal es la importancia de este problema que el 15% del personal de las oficinas está en camino de padecer ‘boreout’. Los suizos Philippe Rothlin y Peter R. Werder son los que han identificado este problema, considerado riesgo laboral por algunos expertos.
Un estudio realizado por Dan Malachowski revela que el 33% de sus 10.000 encuestados confesó que su trabajo no representa ningún desafío para él y eso les lleva a dedicar, de media, dos horas al día en actividades personales como resolver algún asunto familiar, navegar por redes sociales, chatear, planificar las vacaciones e incluso hacer compras online…
¿Cómo detectar el ‘boreout’?: Las causas
Este síndrome tiene tres elementos básicos:
– Aburrimiento porque las tareas a realizar no suponen ningún reto lo que provoca desgana y desidia.
– Desinterés debido a una ausencia significativa de tareas y no se sienten satisfechos ni con el trabajo ni con la empresa.
– Infraexigencia ya que el trabajador podría rendir más de lo que lo hace y puede ser un problema del empleado o una mala organización de la empresa.
La causa más habitual es que sea responsabiliad de la empresa. Muchos jefes no saben delegar en sus equipo y asume de tal forma él o ella las cargas de trabajo que el resto de grupo no tiene nada que hacer o meramente son títeres de sus superiores a los que sólo dan las tareas rutinarias y más aburridas del día a día. Otra posible causa es que el propio trabajador haya elegido un empleo que no le guste ni le motive.
Efectos
El empleado pues llegar a caer en una depresión, poco a poco irá perdiendo confianza en sí mismo ya que no cree que sus jefes confíen en él para hacer el trabajo importante. Además los trabajadores que sufren ‘boreout’ tendrán que ingeniarselas para no ser descubiertos de sus ‘tiempos muertos’.
Además en tiempos de crisis, como la que vivimos ahora en la que el trabajo brilla por su ausencia, estos trabajadores se conforman con la situación para conservar su empleo y lo mantienen en silencio. De otro modo, podrían tratar el tema con sus jefes para mejorar la situación, pero ahora el miedo a un posible despido les atenaza y empeora el problema y lo agudiza.
Con el ‘boreout’ planeando sobre la cabeza de un trabajador 8 horas al día, 365 días al año es muy probable que se llegue a tener una manía total y enfermiza al trabajo.
Fuente: www.actualitat.orange.es