Los desórdenes mentales afectan a cerca del 12% de la población mundial; sólo en España hay más de un millón de personas que padecen una enfermedad mental grave. ¿Por qué estas enfermedades, los servicios de salud mental y promoción del bienestar mental no reciben la atención y fondos que otras enfermedades recibieron durante años?

El total presupuestado por la Conselleria de Sanidad a este campo para el año 2009 fue de 69 millones de euros, el 1,22% del presupuesto total de la Conselleria, una cantidad ínfima para actividades en expansión en toda Europa. Es todavía más sangrante cuando se sabe que el dinero percibido por los 12 cargos directivos de Sanidad (conseller, secretario autonómico, subsecretario y directores generales) es en 2009 de 99,61 millones de las antiguas pesetas, cifra que ronda los 350 millones de pesetas si se incluyen aquellos cargos de libre designación y que sube hasta los 800 millones de las antiguas pesetas si incluimos los gastos en viajes y dietas.

Sin embargo, la Generalitat Valenciana se gastará 90 millones de euros en la Fórmula 1, lo que equivale a 4.000 plazas de rehabilitación para enfermos mentales. Sólo adaptar el circuito urbano ha costado a los valencianos 64 millones de euros, lo que equivale a dotar a la Comunidad Valenciana con 450 plazas para enfermos mentales graves.

De estos datos se concluye que una función esencial para la ciudadanía como son los servicios de salud mental quedan muy relegados respecto a otras actividades que inciden poco en la protección de la salud y en la protección social y con los que una sociedad avanzada debería proveerse y asegurarse.

 

Fuente: www.elmundo.es  por Óscar Hernández ( 26-06-2010 ).

Por afmmebre

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