Jakob Wyrsch escribió en el año 1949 un libro con este título (1). Según concluye este autor, la esquizofrenia es una enfermedad global de la persona, que no puede descomponerse en elementos. En ninguna otra enfermedad puede encontrarse la transformación que sufre la persona del esquizofrénico y su mundo.

Las diferentes escuelas psicológicas definen la personalidad con su propia terminología. Para facilitar la comprensión de lo que entendemos por personalidad, teniendo en cuenta que todos los que leéis esta noticia tenéis conocimientos informáticos, e incluso algunos sois verdaderos expertos, me atrevo a presentaros la personalidad con un símil informático, naturalmente de una forma muy poco científica.
 
Al nacer nuestros cerebros en esta versión serían como disquetes vírgenes de más o menos capacidad, otros serían “memorias USB” de muchos megabytes y algunos cerebros privilegiados serían discos duros de varios gigabytes. Es decir nuestras capacidades de memoria, velocidad de respuesta, de aprender idiomas, música, etc. las heredamos de nuestros padres. A partir del nacimiento (algunos defienden que incluso en el seno materno) cada persona va grabando programas seleccionados de comportamiento, información, experiencias de la vida, etc. en función de sus propias capacidades.

Estos programas comportan finalmente una manera de ser, de pensar, de reaccionar ante los acontecimientos de vida que a partir de la pubertad nos marcan un patrón o estilo normal de personalidad persistente a lo largo de la vida. Cuando esta forma de ser y actuar hace sufrir a la propia persona o a los demás hablamos de trastornos de personalidad.

Los trastornos de personalidad son un tema controvertido. El DSM (2) en sus sucesivas ediciones ha ido variando su clasificación y en el próximo DSM-V volverá a reconsiderarse este tema.

 

 

 

Algunos trastornos de personalidad ya marcan una cierta predisposición a un trastorno mental. Así los trastornos paranoide, esquizoide o esquizotípico de la personalidad están marcando rasgos de trastorno psicótico si bien no cumplen todos los criterios para poder ser diagnosticados y no se presentan en forma de episodio, son patrones persistentes a lo largo de su vida.

Entre las hipótesis sobre el origen de la esquizofrenia, el doctor Kirkpatrick (3) concluye en la suya que la genética alterada en la esquizofrenia no afecta únicamente al cerebro y que la esquizofrenia no es sólo una enfermedad del cerebro sino que se trata de una enfermedad de todo el organismo, volviendo al concepto que expresó Wyrsch en 1949.

Fuente: www.forumclinic.org

Por afmmebre

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