Expertos en salud mental aseguran que la actual crisis económica puede aumentar el número de cuadros de ansiedad, estrés, excesiva preocupación o indicios depresivos, peor no incrementará el número de personas con enfermedad mental grave.

Para Jerónimos Sáiz, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP), » aumentan las reacciones de adaptación, pero no las enfermedades como tal, aunque estas reacciones están dentro de las clasificaciones psiquiátricas!. Sáiz aclara que !todas aquellas circunstancias que producen una reacciión del sistema nervioso ante situaciones límite, estresantes y que ponen en riesgo las seguridades que todos deseamos de cara a los bienes personales o la salud, condicionan una serie de síntomas, peor no llegan a ser patología, sino reacciones de defensa naturales del organismo que hay que aceptar como una parte del problema pero no como un problema más».

 

 

 

CONSECUENCIA

Aunque resulte paradójico, Sáiz asegura que » en circunstacias extremas que amenazan la supervivencia, la patología mental desciende. Nuestra naturaleza está programada para poner lo primordial por delante, y es el instituto de conservación lo que prima».

Sin embargo, hay un temor generalizado ante la posible pérdida del puesto detrabajo. Las informaciones de los medios de comunicación, que continuamente abordan el tema, y las opiniones de la calle, tampoco ayudan a suavizar el estado de ánimo de la población, que atisba una situación precaria en la economía española.

En opinión de Vicente Prieto, vocal del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, » podemos estar hablando de principios de síntomas depresivos, cambios de estado de ánimo incapacidad para conciliar el sueño por las noches. Un abanico de sintomatologías que puede desencadenar una persona, tanto si ha perdido su trabajo como si percibe que puede llegar a perderlo».

Jerónimo Sáiz también opina al respecto que «si una persona pierde el trabajo y ve amenazada su seguridad, su supervivencia desde el punto de vista de bienes materiales como la pérdida de su casa, puede sufrir un tipo de reacciones que, pese a no ser  enfermedades mentales, sí que deterioran la salud mental».

La psiquiatra del Hospital Ramón y Cajal, Ángela Ibáñez, afirma que «dichos factores estresantes pueden desencadenar un episodio de un trastorno mental en una persona predispuesta. En este sentido se puede tratar de enfermedades graves», pero también nos podemos encontrar con «trastornos mentales reactivos a  situación, es decir, la presentación de síntomas fundamentalmente de ansiedad y/o depresión en respuesta a dichos acontecimientos estresantes».

El Doctor Miguel Ángel Jiménez Arriero, del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario 12 de Octubre, apunta en la misma línea que «las situaciones de crisis financiera provocan muy frecuentemente factores ambientales de estrés que suelen generar en las personas que los padecen importante vivencias catastróficas.

CRECE EL NÚMERO DE CONSULTAS

Para prevenir que las crisis incidan en la salud es imprescindible contar con el apoyo de la pareja, de la familia o de los amigos, identificar los recursos disponibles y estar activo en la búsqueda de trabajo. Todo ello, además de reconocer que hay especialistas que nos pueden ayudar.

En este sentido, Vicente Prieto asegura que a raíz de las crisis las visitas al psicólogo y al psiquiatra han aumentado. «Las personas con problemas emocionales, graves preocupaciones, que no duermen por la noche o se van aislado saben que hay especialistas que pueden ofrecerles estrategias para ir resolviendo esa situación».

Según Ángela Ibáñez, » es probable que los médicos de atención primaria estén atendiendo de atención pacientes con síntomas de ansiedad y depresión reactivos o que hayan podido incrementarse las consultas por síntomas psicosomáticos relacionados con el estrés».

LA SEP ANTE LA CRISIS 

La SEP tienen la voluntad de contribuir al mantenimiento de todo lo logrado en los últimos años en materia en salud mental, y «conseguir mejorar aspectos que son claramente deficitarios y que requieren un esfuerzo por parte de las administraciones y de la sociedad civil para atender a las personas con enfermedad mental».

Sáiz cree que hay prestaciones saniarias y sociales que actualmente están tan consolidades que un ahorro no es «tan traumático», pero en el caso de la salud mental, al no estar tan consolidada » es fundamental que no haya este parón y que podamos consolidar estas mejoras que todos estamos deseando: la aplicación de la Ley de Dependecia, la integración de los servicios , la integración de todas las redes dependientes de distintas administraciones, que una sola administración cuide de nuestros enfermos, o la adecuada colaboración y una buena integración y una buena integración con la atención primaria de salud».

«La salud mental tiene unas dimensiones enormes y no puede quedar en segundo plano ni olvidado, ni ser el sitio fácil donde podamos meter la mano y quitar recursos que ya teníamos asignados», finaliza el presidente de la SEP.

Información de Lilián Moyano ( Punto de encuentro)

Por afmmebre

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