El proyecto empieza tímidamente pero con voluntad de expansión. De momento, nace en el barrio de Sant Genís dels Agudells (Horta-Guinardó), donde ayer un grupo de personas con enfermedades mentales se puso manos a la obra para adecuar un pequeño parterre abandonado de la avenida de Jordà, frente al centro cívico La Casa Groga. Se trata de una experiencia piloto surgida a petición vecinal para mejorar la autonomía y las condiciones de un colectivo muy vulnerable que dispone de poquísimas oportunidades para avanzar en su inclusión. Los beneficiarios son usuarios del cercano Hospital Mare de Déu de la Mercè.
El proyecto, inicialmente, está formado por 12 personas internas de este centro de salud que pertenece a la congregación de las Germanes Hospitàlaries del Sagrat Cor, un recurso sanitario que atiende a población con problemas mentales de la ciudad desde hace más de 50 años. Los vecinos del barrio, por tanto, están acostumbrados a la presencia en sus calles de algunos de estos pacientes, por lo que la asociación planteó la pasada primavera la iniciativa al ayuntamiento para mejorar tanto la convivencia como su recuperación. «Esta es una zona con muchos parterres, la mayoría de los cuales están abandonados, por eso se nos ocurrió que sería una buena colaboración brindárselos», explicó ayer la presidenta de los vecinos de Sant Genís dels Agudells, Sacramento Burgos, quien destacó el impulso que ha dado a la idea la nueva concejala del distrito, Francina Vila.
IMPLANTACIÓN EN TODA LA CIUDAD / La edila, por su parte, anunció que la próxima semana se pondrá a disposición del proyecto un nuevo parterre de 750 metros cuadrados al final de la calle de Idumea (el primero dispone de 170 metros cuadrados) que se está acabando de adecuar para mejorar su accesibilidad. «Esta iniciativa tiene una función pedagógica tanto para el colectivo que se beneficiará como para la ciudadanía», valoró Vila, quien abrió la puerta a que gane peso en el distrito, así como a su implantación fuera de este territorio.
Los usuarios, con el asesoramiento de técnicos de Parques y Jardines y el apoyo de profesionales del hospital, trabajarán una hora a la semana en el mantenimiento de estas zonas verdes, y serán grupos que irán rotando en función de las terapias que lleva a cabo el centro sanitario.
Esta experiencia se suma a la apertura, en el 2009, de un huerto urbano en Pedralbes (Les Corts) que cultivan usuarios con trastornos mentales. Desde entonces en la mayoría de estos espacios se reserva al menos una parcela para personas con discapacidades, que están coordinadas por entidades.