En su conjunto, los trastornos mentales constituyen la causa más frecuente de carga por enfermedad en Europa, por delante de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. No en vano, y como han puesto de manifiesto los especialistas participantes en la mesa redonda ‘Salud Mental: Coste Social de las Enfermedades Mentales’, organizada por la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) de Madrid, no solo el 9% de la población padece al menos un trastorno mental en la actualidad, sino que más de un 15% lo padecerá a lo largo de su vida.
Sin embargo, y a pesar de su gran prevalencia, los recursos destinados a la atención de los trastornos mentales son claramente insuficientes. Como explica el doctor Jerónimo Saiz, jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, “en términos generales, las enfermedades o los trastornos mentales pueden afectar al 25% de la población a lo largo de su vida, mientras que los recursos destinados a su atención no llegan al 5% del gasto sanitario público”.
Pérdida de calidad de vida
Todo ello a pesar de que, como afirma el doctor Julio Bobes, jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) en Oviedo, “la pérdida de calidad de vida es superior a la que producen enfermedades crónicas como la artritis, la diabetes o las enfermedades cardiacas y respiratorias”.
En este contexto, cabe referir la situación de la esquizofrenia, trastorno cuyas complicaciones limitan la capacidad laboral y las relaciones sociales y emocionales de los afectados. De hecho, y como destaca el libro ‘Impacto social de la esquizofrenia’, obra coordinada por los doctores Saiz y Bobes con la colaboración de la compañía farmacéutica Janssen, “entre el 20% y el 40% de las personas con esquizofrenia no encuentran trabajo, y entre los que lo encuentran, la mayoría de las veces son trabajos breves en los que no consolida el empleo”.
Conciencia social
Una de las razones para esta precariedad laboral podría encontrarse en el estigma asociado a los trastornos mentales en general y a la esquizofrenia en particular. De ahí la necesidad de lograr una conciencia social sobre estos trastornos, para así erradicar, o en su defecto minimizar, el estigma y discriminación de estas enfermedades.
Como apuntan los doctores Saiz y Bobes, “si queremos reducir el estigma y la discriminación existente contra las personas que padecen esquizofrenia, es necesario cambiar la actitud de la población general frente a estos enfermos mediante la educación y programas de divulgación; mejorar los tratamientos psicofarmacológicos; cambiar políticas y leyes para disminuir la discriminación; e incrementar la protección legal de los enfermos mentales”.
Fuente: http://www.somospacientes.com/noticias/sanidad/los-psiquiatras-contra-la-discriminacion-que-padecen-las-personas-con-esquizofrenia/ (04-06-2013)