La esquizofrenia es el trastorno mental más “temido” y a la vez envuelto en el misterio de todos los que existen. La incomprensión y el miedo de la esquizofrenia entre la gente que la desconoce suele ser habitual. Según el eminente psiquiatra E. Fuller Torrey la esquizofrenia es “el equivalente moderno de la lepra”.
Mientras que la gran mayoría de personas reconocen que la esquizofrenia es una enfermedad mental y no un tipo de comportamiento voluntario, muy pocos están realmente familiarizados con el trastorno.
Por otro lado, las imágenes de agresividad y violencia por parte de alguien “esquizofrénico” son frecuentes en los medios. Tales estereotipos todavía estigmatizan más esta enfermedad y minan cualquier tipo de simpatía hacia las personas con este trastorno. Habitualmente se ha asociado falta de un hogar estable, reducidas oportunidades laborales, disminución en la calidad de la vida, baja autoestima y más síntomas desagradables.
Ya es bastante duro para las personas con esquizofrenia lidiar con esta enfermedad terrible. Pero también tienen que luchar con la confusión, el miedo y el desprecio de los demás.
A continuación se presentan algunos de los mitos generalizados – seguidos de hechos reales – en relación con la esquizofrenia.
1. Las personas con esquizofrenia tienen los mismos síntomas.
Esto no es así, hay diferentes tipos de esquizofrenia. Incluso las personas diagnosticadas con el mismo subtipo de esquizofrenia a menudo poseen síntomas muy diferentes.
Parte de la razón de que la esquizofrenia sea tan misteriosa es porque somos incapaces de ponernos en la piel de una persona con este trastorno. Es simplemente difícil imaginar lo que es tener esquizofrenia. Todo el mundo experimenta la tristeza, la ansiedad y la ira, pero la esquizofrenia parece tan fuera de nuestro ámbito de los sentimientos y la comprensión, que nos es casi imposible hasta su existencia.
Los que no padecemos esta enfermedad debemos preguntarnos, por ejemplo, cómo nos sentiríamos si nuestro cerebro comenzara a jugar malas pasadas, si unas voces invisibles nos gritaran, si hemos perdido la capacidad de sentir emociones, y si hemos perdido la capacidad de razonar lógicamente…
2. Las personas con esquizofrenia son peligrosas, impredecibles y están fuera de control.
En los brotes agudos esto puede llegar a suceder, pero no es la norma, ya que cuando la enfermedad se trata adecuadamente con medicación e intervención psicológica, las personas con esquizofrenia no son más violentas que la población en general. Por el contrario, “las personas con esquizofrenia con más frecuencia tienden a ser víctimas en vez de autores de la violencia”, según la psicóloga Irene S. Levine.
3. La esquizofrenia es un defecto de carácter.
La idea de que la esquizofrenia es un defecto de carácter no es más realista que decir que alguien puede prevenir sus ataques epilépticos si realmente lo desea o que alguien puede ‘decidir’ no tener cáncer haciendo una dieta sana. Lo que a menudo aparece como defectos de carácter son los síntomas de la esquizofrenia, por lo tanto son igualmente incontrolables.
4. El deterioro cognitivo es un importante síntoma de la esquizofrenia.
Las personas con este trastorno efectivamente tienen dificultades con la atención, la memoria y el procesamiento cognitivo, por lo que pueden olvidar tomar su medicación, principalmente en la fase aguda de la enfermedad. Estos son síntomas básicos de la esquizofrenia, aunque no tienen nada que ver con su carácter o personalidad, y que remiten al pasar la fase más aguda.
5. Todos los que sufren esquizofrenia tienen graves síntomas psicóticos.
No todos sufren la enfermedad con un mismo nivel de severidad. Por ejemplo, la mayoría de la gente estará de acuerdo en que las personas no están simplemente deprimidas o felices. Hay gradientes de depresión, que pasa por una suave melancolía de un día, una la depresión clínica profunda e incapacitante. Del mismo modo, los síntomas de la esquizofrenia no son tan distintos. Las alucinaciones auditivas, por ejemplo, pueden aparecer de forma extraordinariamente diferente entre los distintos pacientes.
6. La esquizofrenia se desarrolla rápidamente.
Es muy extraño que esto ocurra. La esquizofrenia tiende a desarrollarse lentamente. Los signos iniciales se muestran a menudo durante la adolescencia. Estos signos suelen aparecer en la escuela, con cierto deterioro social y si es el caso, también laboral, dificultades para gestionar las relaciones y problemas con la organización de la información. Una vez más, los síntomas se encuentran en un continuo. En etapas iniciales de la esquizofrenia, una persona no tiene porqué oír voces. En cambio, sí puede escuchar susurros, que él no los asocia como algo externo. Este período “prodrómico” – antes de la aparición de la esquizofrenia – es el momento perfecto para intervenir y buscar tratamiento.
7. La esquizofrenia es puramente genética.
Los estudios han demostrado que en los pares de gemelos idénticos (que comparten un genoma idéntico) la prevalencia de desarrollar la enfermedad ambos individuos es del 48%. Debido a que otros factores están involucrados, es posible reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad. Hay varios programas prodrómicos que se centran en ayudar a los adolescentes en riesgo y a adultos.
Junto con la genética, la investigación ha demostrado que el estrés y el entorno familiar pueden desempeñar un papel importante en el aumento de la susceptibilidad de una persona hacia la psicosis. Si bien no podemos cambiar la vulnerabilidad genética, podemos reducir la cantidad de estrés en la vida de alguien, desarrollar habilidades de afrontamiento para mejorar la forma en que respondemos al estrés, y crear un bajo perfil de protección, ambiente familiar tranquilo y sin mucho conflicto y tensión en la esperanza de reducir el riesgo de progresión de la enfermedad.
8. La esquizofrenia es intratable.
Aunque la esquizofrenia no se cura del todo, es una enfermedad crónica eminentemente tratable y manejable, como la diabetes u otras enfermedades. La clave es conseguir el tratamiento adecuado para sus necesidades.
9. Los enfermos de esquizofrenia necesitan ser hospitalizados.
La mayoría de las personas con esquizofrenia viven en comunidad con tratamiento ambulatorio. Una vez más, la clave es el tratamiento adecuado y la adhesión a ese tratamiento, especialmente de tomar la medicación según lo prescrito.
10. Las personas con esquizofrenia no pueden llevar una vida productiva.
Este mito también es falso, muchas personas pueden llevar una vida feliz y productiva. En un estudio a lo largo de 10 años con 130 individuos con esquizofrenia y abuso de sustancias (que aparece en casi el 50 por ciento de los pacientes), muchos habían logrado controlar ambos trastornos, con la reducción de sus episodios de hospitalización y de encontrarse sin hogar, pudiendo vivir por su cuenta y logrando de una mejor calidad de vida. En concreto, el 62’7% controlaban los síntomas de la esquizofrenia; un 62’5% remitieron en el abuso de sustancias; el 56’8% tenían vidas independientes; el 41’4% eran empleados competentes; el 48’9 % tenían contactos sociales regulares; y el 58’3% expresó su satisfacción general con la vida.
11. Los medicamentos les hacen parecer zombies.
Cuando pensamos en medicación antipsicótica para la esquizofrenia, pensamos automáticamente en adjetivos como aletargado, apático, desinteresado y vacante. Muchos creen que esta medicación produce que este tipo de síntomas. Sin embargo, lo más común es que estos síntomas son ya existan debido a la esquizofrenia en sí, o en todo caso, debido a sobremedicación.
12. Los medicamentos antipsicóticos son peores que la enfermedad en sí.
La medicación antipsicótica es el pilar del tratamiento de la esquizofrenia. Los medicamentos antipsicóticos reducen efectivamente alucinaciones, delirios, pensamientos confusos y comportamientos extraños. Estos agentes pueden tener efectos secundarios graves, pero esto es raro. Los fármacos antipsicóticos, como grupo, son unos de los más seguros dentro de los medicamentos de uso común y son el mayor avance en el tratamiento de la esquizofrenia que se ha producido hasta la fecha.
13. Las personas con esquizofrenia nunca vuelven a recuperar el funcionamiento normal.
A diferencia de la demencia, que empeora con el tiempo y nunca mejora, la esquizofrenia parece ser un problema que puede ser reversible con el tratamiento adecuado, según muchos doctores. No hay una línea que una vez que se cruza significa que no hay esperanza para una persona con esquizofrenia. La estabilidad es posible.
Fuente: http://blog.psicoactiva.com/13-mitos-sobre-la-esquizofrenia/