Este experto, director de Salud Mental de Osakidetza, ha participado en San Sebastián en las jornadas «Pasado, presente y futuro de las adicciones», organizadas por Proyecto Hombre Guipúzcoa con motivo de su 25 aniversario.
«El trastorno mental grave sigue siendo un tabú y es algo que hace sufrir muchísimo y que genera gran parte de la imposibilidad de dar respuestas sociales coordinadas y eficaces, que son las que necesitan esos pacientes, aparte de la parte sociosanitaria», ha señalado de la Rica.

Ha hablado de la patología dual como de «la nueva psicopatía», un fenómeno cada vez más creciente como «hallazgo» clínico y que da lugar a un perfil de paciente «bastante distinto y más complejo», lo que «empeora el pronóstico de resolución, tanto de la toxicomanía como de la patología psiquiátrica», ésta última normalmente grave, como esquizofrenia o trastorno bipolar.

El responsable de Salud Mental de Osakidetza ha dicho que sigue existiendo controversia sobre qué se produce primero en una patología dual, si el problema psiquiátrico o si éste es consecuencia de la toxicomanía, aunque sí parece que hay acuerdo acerca de la necesidad de abordar el tratamiento de una forma transversal.

 


 

Cree que es preciso «profundizar» en la coordinación entre las dos redes que atienden a estos pacientes -la sanitaria, por un lado, y la de ONG como Proyecto Hombre, por otro- y en la preparación de profesionales con un «perfil específico» para estos casos.

Ha señalado que existen diversos estudios sobre la población psiquiátrica con patología dual, que la sitúan en una amplia horquilla de entre el 20 y el 60%, si bien se puede afirmar que seis de cada diez de los pacientes con diagnóstico de trastorno bipolar son consumidores de drogas o alcohol, sobre todo de éste último.

No todos los casos requieren internamiento, pero según De la Rica, uno de los factores que acompañan y generan la psicosis refractaria (cuadros psicóticos sobre los que no se ha conseguido evolución, pese a reiterados tratamientos) es la patología dual.

Vitoria acoge una unidad de psicosis refractaria con catorce camas, en la que se atienden pacientes de toda la Comunidad Autónoma.

Proyecto Hombre Gipuzkoa, en el que trabajan 44 personas, entre terapeutas, asistentes sociales, abogados y otros profesionales, abrió sus puertas en 1985. Desde ese año ha ayudado a superar la adicción a las drogas a más de un millar de personas. EFE

 

Por afmmebre

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